CORAZÓN DE MARIPOSA – ANDREA TOMÉ

Título: Corazón de Mariposa
Autora: Andrea Tomé
Editorial: Plataforma Neo
Páginas: 268
Género: Ficción Realista

Bonita portada, ¿a que sí?

Victoria y Kenji comparten un secreto: las cicatrices que recorren sus muñecas. Para ella, los días  transcurren contando calorías e intentando que su hermana no la obligue a comer más de los que ella considera suficiente. Él vive escondiéndose de las marcas de su pasado bajo tatuajes y trabajando de sol a sol en un bar para amantes del rock.
Ambos están solos, aislados del mundo…
Hasta que Kenji descubre a Victoria en los baños del bar donde trabaja rodeada de un charco de sangre. Todos creen que ha intentado suicidarse, porque sufre anorexia, porque su novio acaba de dejarla, porque en definitiva parecía inevitable. Pero nadie la entiende realmente… hasta entonces.
Victoria y Kenji se mueven a la velocidad de la vida e, inevitablemente, acabarán encontrándose.

Corazón de Mariposa es un libro que tengo desde hace tiempo, concretamente desde la Feria del Libro de Madrid 2014. Tuve la gran suerte de que sin haberlo planeado, que es como a mí me gusta normalmente comprar libros, coincidí con la firma de su autora Andrea Tomé y aprovechando la ocasión tan especial, decidí comprarlo.

Tan pronto como pude comencé a leerlo, pero no ha sido hasta un tiempo después cuando me he dispuesto a reseñarlo. Y os preguntaréis por qué… Bien, pues la respuesta no es otra que esta:  no era capaz de ponerme de acuerdo conmigo misma sobre qué me había parecido ya que tenía opiniones muy dispares.

Si no recuerdo mal, ya mencioné este libro en el Book Tag de Los Animales, y el comentario no fue muy positivo que digamos, así que hoy espero aclararme.

Las primeras páginas de esta novela nos presentan a Victoria, una chica de diecinueve años que despierta en la habitación de un hospital después de intentar cortarse las venas. Existen muchos motivos en su vida que le pudieron conducir al baño de aquel bar con aquella navaja entre manos: su novio de toda la vida, Marco, acaba de dejarla, echa de menos la figura de un padre en su vida y por si fuera poco, Victoria sufre anorexia desde muy temprana edad. Que los médicos decidan volver a internarla supone para ella un golpe mortal que hará tambalear los cimientos donde se apoyaba su supuesto estado en vías de recuperación. El miedo a la comida volverá a entrar en escena y se convertirá de nuevo en su mayor pesadilla. Pero esto no es el único factor sorpresa que se incorpora a su día a día: Kenji, el camarero que la encontró inconsciente en medio de un charco de sangre también jugará un papel esencial.

Definir la relación entre estos dos personajes es bastante complicado. Ambos son balas perdidas, pero es realmente mágico cómo aprenden a salvarse el uno al otro. Su historia juntos no es de ensueño, ni mucho menos, sino que está marcada por las imperfecciones de cada uno. Es precisamente eso lo que la hace real.

Cada uno posee motivos diferentes que dan nombre a las cicatrices de sus muñecas y sin embargo al fin y al cabo todo se reduce a la misma cosa.

Leer esta novela me ha enseñado mucho, muchísimo. Y no sólo sobre la anorexia sino sobre todo lo que esta conlleva. Es verdad que todo el mundo conoce las consecuencias directas, las físicas, pero eso no son más que «efectos colaterales» de una enfermedad mental que no significa solamente no querer comer. A través del narrador en primera persona, Andrea Tomé nos transmite de primera mano la desesperación que invade a los que padecen esta enfermedad y la impotencia de saber que los que te rodean no te comprenden y que no puedes hacer nada para que lo intenten. Pero este es un argumento de doble filo, y aquí es donde viene el principal problema que yo le veo a esta novela.

Igual es una cosa sólo mía, pero había determinados momentos en los que los pensamientos de Victoria, siempre puestos sobre la comida y el pánico que le producía tener que ingerirla, terminaban por resultar agobiantes, incluso para el lector. Por eso, quizá algunas partes se me hicieron más largas sobre todo el comienzo de la novela, y para obligarme a no dejar la lectura me centraba sobre todo en los tramos donde se desarrollaba la trama en sí, todas las idas y venidas con Kenji y con Blanca, la hermana de Victoria, un personaje que puede no destacar pero que a mí me ha fascinado por su fuerza de voluntad y entereza.

En lo que respecta a la pluma de Andrea Tomé, me ha gustado mucho. Esa mezcla entre un estilo simple pero con sutiles metáforas realmente ha merecido toda mi admiración. A pesar de su corta trayectoria como escritora debido a su juventud, Andrea posee una destreza impresionante para llegar al lector y ha sido muy valiente al publicar esta novela. De verdad que lo ha sido, teniendo en cuenta que ella misma ha padecido esta enfermedad durante su adolescencia.

Por esto y por muchas otras razones, creo realmente merecedor a Corazón de Mariposa de la segunda edición del Premio Literario La Caixa / Plataforma.